Por qué Historias con Lupa

Si uno le pone una lupa a una tela aparentemente lisa descubre nudos impensados, hilos desparejos antes imperceptibles. Lo mismo pasa con la Historia. Cuando uno la mira con una lente inquisitiva, aparecen las vidas privadas, las mezquindades y los heroísmos y, en el fondo silencioso, los deseos, esos que explican de verdad las conductas. Esto queremos aquí: mostrar las historias con minúscula, los hilos imperfectos pero espléndidos que forman el tejido de la Historia con mayúscula.

Pero hay también otro modo. Una historia, esta vez de lo más íntimo, el cuerpo, escrita con imágenes. Para eso hay que ir a www.imagenesdelcuerpo.blogspot.com.

sábado, 6 de julio de 2013

No se planchan jamás

Eran los años 60. La gente se paseaba con Rayuela de Cortázar bajo el brazo. Los jóvenes vivían con el Winco a todo lo que daba. La Minujín escanzalizaba a los burgueses poniendo La Menesunda en el Di Tella. “A tres cuadras de un Jockey Club que no se resolvía a resurgir de sus cenizas –ironizaba Halperín Donghi-, una institución que llevaba el más célebre de los nombres surgidos de la nueva burguesía industrial [Di Tella] ejercía en el más alto nivel el arbitraje de las modernas elegancias".
Hasta las elegancias se reinventaban en aquella época. En 1969, se promovían unas innovadoras camisas. “Cada detalle de la camisa Lavi-Listo, lleva la marca inconfundible de su calidad exclusiva –decían los avisos- Por eso, usted se identifica con ella”. Quienes verdaderamente se identificaban eran las amas de casa, puesto que la tela con acrocel no requería planchado.
Los años 60 eran un trapicheo. Por un lado, la pastilla anticonceptiva, los hippies, el Mayo francés. Por el otro, los militares, la censura, la clausura de Primera Plana. Junto a un aviso de las Lavi-Listo, se leía: "La policía detiene a catorce extraños de pelo largo que pretendían asistir a un peligroso recital de rock".